miércoles, 31 de octubre de 2012

Buñuelos de calabaza y salvia y Atelier de Noviembre


 En estas dos últimas semanas me han ocurrido una serie cosas no demasiado agradables, y todas de tipo técnico. Tuve problemas con internet  y con el ordenador, pero lo peor de todo, fue mi cámara… Pobre, estaba hecha polvo, y hace pocos días, dejó de funcionar. La verdad, es que sentí pena, porque le tenía mucho cariño; todas las fotos que hay en el blog, las hice con ella. He comprado una nueva, y como podéis comprobar, es estupenda.


En el Atelier de Noviembre, me gustaría invitaros a un mundo dulce.
Vamos a preparar pasteles clásicos, con vistas al invierno y la Navidad.
Haremos: - galletas de miel
-  regulach
-  mince pie
-  y pastelitos con amapola y nueces


Ya estamos en el último día de Octubre, en un ambiente muy otoñal, con la lluvia de fondo. Es ahora cuando más me gusta meterme en la cocina y probar nuevas recetas, como estos buñuelos. Una versión de un plato sencillo que preparan en Hungría, y que me encantaba degustar en la cena cuando era niña, acompañado de un té calentito.
Ésta es mi propuesta de un plato clásico. El toque especial se lo da la calabaza y la salvia.
Vamos a ver cómo se hace.

Ingredientes:
 ·       150 gr. de patatas
·       150 gr. de calabaza
·       1 cebolla
·       14 hojas de salvia
·       1 huevo
·       4 cucharadas de harina simple
·       Sal y pimienta negra
·       Aceite para freir



Elaboración:

Pelamos las patatas y la calabaza y las rallamos por la parte más ancha del rallador.
Picamos la cebolla y cuatro hojas de salvia muy finitas.
En un bol, mezclamos todos los ingredientes.
Ponemos en una sartén un chorro generoso de aceite y lo calentamos. Freímos el resto de hojas de salvia hasta que se queden crujientes, pero hay que tener cuidado, porque se fríen muy rápidamente. Las colocamos sobre papel de cocina para quitarles el aceite sobrante.
Después, con una cuchara, formamos los buñuelos y los vamos dorando en la sartén, entre cinco y seis minutos, aproximadamente. Volvemos a utilizar el papel de cocina para que absorba el exceso de aceite de los buñuelos.
Servimos con las hojas de salvia y con crema agria.


lunes, 22 de octubre de 2012

Crumble de membrillo y avellanas


  Octubre es la época del membrillo; una fruta que no tiene demasiado 
protagonismo en nuestra cocina y que, sin embargo, es ideal para 
elaborar tanto platos dulces como salados.
Cuando era niña, mi abuela y mi madre, idearon una salsa de membrillo para acompañar la carne, sobre todo la de ternera y la de cerdo. Era exquisita.
Mi receta de hoy, es una propuesta diferente, un postre sencillo y rápido. Y lo mejor es que el membrillo, que necesitaremos, lo podremos preparar un día antes. 


                                  Ingredientes para la elaboración del membrillo:
·    3 membrillos grandes
·    300 ml. de vino (sirve cualquiera que tengáis en casa)
·   400 ml. de agua
·   2 anises estrellados
·   Cáscara de un limón y una naranja
·    8-9 cucharadas de azúcar blanco
·    2 cucharadas de extracto de vainilla


Ingredientes para el crumble:
      ·    100 gr. de harina
·    65 gr. de azúcar glas
·    55 gr. de avellanas molidas
·    75 gr. de mantequilla
·   Una pizca de sal
·   Un poco de canela
·    Cáscara rallada de media naranja  


 Elaboración del membrillo:
 Cortar los membrillos en cuatro partes para quitarles la piel y los corazones. Laminarlos.
En un caldero, mezclar todos los ingredientes junto con las láminas de membrillo. 
Cocinar a fuego medio hasta que se ablanden.
Precalentamos el horno a 180ºC.
Untamos de mantequilla cinco moldes individuales. Repartimos dentro las láminas de membrillo y agregamos dos o tres cucharadas de líquido, (el resto lo podemos beber, porque es muy rico).


Elaboración del crumble:
 En un bol mezclamos todos los ingredientes menos la mantequilla. Cuando esté bien mezclado, añadimos la mantequilla y amasamos hasta que obtengamos “migas”. Repartimos en cada molde, encima del membrillo y horneamos durante 15-20 minutos.
Si vemos que se dora muy rápidamente, tapamos los moldes con papel de aluminio.
Servimos acompañados de nata y/o chocolate.


jueves, 4 de octubre de 2012

Dulce octubre, pastel de canela…



A todos nos gusta mimar el alma.
Taparnos con nuestra manta más suave, ver nuestra película preferida, escuchar música o meternos en la cocina y hacer algo rico.
Me suele ocurrir, que cuando tengo algún disgusto, me refugio en la cocina sin saber exactamente lo que quiero hacer. Ayer fue uno de esos días…, pero al final, las aguas volvieron a su cauce.


 No sé si sabréis que el olor de la canela, reduce la fatiga y el estrés, y se dice que envuelve de armonía a las personas. Creo que su olor puede relacionarse con el amor y la alegría. Es imposible de olvidar. ¿Quién no tiene un recuerdo asociado a su madre o a su abuela preparando algo dulce con canela? Seguro que todos…
Ahora yo me baso en esas recetas, y lo único que modifico es su aspecto final.
Lo que es digno de ver es la cara de mis hijos comprobando el resultado. ¡Eso no tiene precio!


Ingredientes:

·         550 gr. de harina tamizada.
·         90 gr. de azúcar glas.
·         1 cucharada de azúcar blanco.
·         70 gr. de mantequilla.
·         2 yemas de huevo.
·         400-500 ml. de leche.
·         25 gr. de levadura fresca.
·         Pizca de sal.

Para el relleno:
·         150 gr. de mantequilla.
·         220 gr. de azúcar moreno.
·         2 ½  cucharaditas de canela.

Elaboración:
     Mezclamos 100 ml. de leche con la cucharada de azúcar blanco, añadimos la levadura, tapamos y dejamos fermentar. Tamizamos la harina y el azúcar glas.Derretimos la mantequilla.
En un bol, ponemos todos los ingredientes, vamos vertiendo la leche poco a poco,
 mientras amasamos, hasta empiece adespegarse de las manos.  La masa tiene que quedar firme, pero a la vez blanda. Formamos una bola y tapamos con un paño limpio. Dejamos reposar 45 min.
 Precalentamos el horno a 200ºC.
Preparamos el relleno: derretimos la mantequilla, cuidando de que no hierva, 
y le añadimos el azúcar y la canela, mezclándolo todo. Dividimos la masa en dos mitades.


En una superficie enharinada, estiramos una de las dos porciones en forma rectangular, de ½ cm. de ancho aproximadamente. Extendemos la mitad del relleno por su superficie, enrollamos y la ponemos en un molde redondo o bundt cake, previamente engrasado y levemente enharinado. Repetimos el mismo procedimiento con la segunda porción, procurando que tenga el mismo grosor que la primera, y la colocamos en el molde, encima de la otra.Metemos nuestro pastel en el horno, y transcurridos de 10 a 15 min. Reducimos la temperatura a 180º. Horneamos una hora aproximadamente, o cuando comprobemos que esté hecho.


Si se dora demasiado, lo tapamos con papel de aluminio.Diez minutos antes de sacarlo del horno, pincelamos con un poco de leche por encima. De esa forma la masa queda más suave.
Dejamos enfriar, y espolvoreamos con un poco de azúcar glas.


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n        No olvidéis ATELIER en octubre!!!!  - lemon curd, mermelada de vainilla y membrillo, chutney de melocoton y pimienta ...
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