Antes que nada decir que con esa receta participo en el Concurso ¡Aprovéchame! de ¡Sano y de rechupete!
Puede que esta receta suene algo rara a la primera, pero es una sopa muy deliciosa. Hace muchos años que probé esta sopa en un restaurante en Hungría. Recuerdo que era verano y hacía mucho calor y yo no quería tomar sopa caliente pero mi amiga me lo aconsejó (y que bien hice) y ahora es mi sopa favorita.
¡Es una sopa que tomas caliente pero es refrescante! Nunca probé antes algo así!
Creo que es la mejor sopa que comí. Así en casa empecé a experimentar, buscaba el sabor que probé aquella vez y al final lo encontré.
Para mi es la mejor forma de aprovechar el caldo (por ejemplo de pollo) que sobra. Puedo aconsejaros que la probéis, no tengáis miedo, incluso para una ocasión especial y de ahí que haya puesto algunas flores tambien.
Y ahora la receta para 1 litro de caldo:
Primero tenemos que preparar las albóndigas:
200g carne de cerdo molida
1 huevo
1 cebolla picada
2 rebanada de pan
Sal y pimienta
Perejil picada
Todos los ingredientes se mezclan, formamos albóndigas pequeñas y cocinamos dentro del caldo.
En un bol mezclamos 1 dl nata fresca o crème fraîche, 2 cuchara de harina y - es opcional – una yema de huevo. Ponemos dentro en la sopa y esperamos a que hiervan.
Los quitamos del fuego empolvoreamos con mucho eneldo picado (si no tenemos fresco el seco también sirve ¡pero necesitaríamos mayor cantidad!